El propósito de la nariz es calentar y humidificar el aire que
respiramos. La nariz está forrada de muchos vasos sanguíneos que se encuentran
cerca de la superficie donde pueden dañarse o sangrar. Una vez que un vaso
sanguíneo comienza a sangrar, la pérdida de sangre tiende a repetirse ya que el
coágulo o costra tiende a desplazarse fácilmente. Las hemorragias nasales,
llamadas epistaxis, pueden ser sucias e incluso dar miedo o asustar, pero
normalmente tienen peor pinta de lo que en realidad son. Muchas pueden tratarse
en casa, aunque algunas sí que requieren cuidados médicos.
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