En Caracas veo, un repunte de los individuos de la calle, los de a pie, con una marcada tendencia a lo “social” o mejor a lo chavista. Hombres debajo de un toldo viendo vídeos relativos a los paradigmas social comunistas, infinidad de microempresas con venta de artículos alusivos al proceso rojo/rojito.
En la esquina de las antiguas joyerías frente a la asamblea nacional, ya no mas los Rolex y joyas de gran kilate, en cambio la compra y venta de oro y divisas por parte de comerciantes informales, ventas de comida rápida en lugares inauditos, personas a la expectativa, manifestaciones afrodecendientes con instrumentos de percusión, Bolívar ecuestre, Bolivia ausente, solo visto como símbolo de un proceso extraño, exótico, sugerente, sugestivo, a veces repulsivo.
Motos ocupando el espacio peatonal, imbricacion de estratos sociales, miradas fugaces, miradas esquivas, ya no mas la plaza que un día visitaba con mi padre, en donde como prueba de inocencia y paz había niños que al mirar las palomas se divertían, y estas con su revoloteo día tras día alegraban al lugar, y las almas impias, esto es poesía, ¿sin querer saldría?, continuo ahora con mi prosa activa.
El metro, el igualador social, la maestra, el medico, el estudiante, el obrero, pero también el mal educado, el que coloca sus pies sobre los asientos, el que ingresa al vagón con cargas exorbitantes, el soez, el mal hablado, las tribus urbanas, la diversidad total.
Tu clima Caracas querida, delicioso, tu esencia per se es la misma, altiva, orgullosa, imponte, ciudad capital como me gustas, lastima que tus habitantes en ocasiones, no son conscientes del valor de transitar tus vías, de vivir tu “vida”.
Sera difícil lograr cambios en un país en donde sus ciudadanos solo “siguen el ejemplo que Caracas” da en algunos aspectos, pero no necesariamente en sus mejores manifestaciones vivenciales y sociales.
Fuente: http://diogeneselaprendiz.tumblr.com/
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