El silencio no es una aptitud natural del hombre… el mundo está construido sobre la palabra, sobre las ideas, las ideas repercuten en el pensamiento, en la reflexión. La palabra es actividad, es compartir, es la esencia del hombre.
La
necesidad del cambio, para mejor por su puesto, se manifiesta a través
de la palabra, las palabras transmiten ideas, pero estas no deben ser
vista de la forma tradicional emisor receptor, si no como un proceso
hiperactivo de reflexión, en conjunción con la acción, todo esto en pro de un mundo más humano, más solidario. Pero la palabra también puede ser instrumento de opresión cuando esta es utilizada en beneficio de intereses mediáticos, o parcializados que inhiben o coartan el necesario y existencial proceso de cambios y transformación.
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